El oficio perdido de ser padre

Siempre es bueno recordar los grandes iconos de la paternidad y sentirnos que estamos bien, por lo menos cumpliendo nuestras obligaciones. Pero la realidad muchas veces nos baja de las falsas percepciones y nos somete a su juicio brutal, que en este caso demuestra que cada vez más importa menos desempeñarse como un padre capaz de conquistar y formar el corazón de un hijo, con el compromiso de tiempo y sacrificio que ello requiere. Hace pocos meses la Escuela de Carácter hizo un diagnóstico con adolescentes en tres ciudades del país: Lima, Chiclayo y Huancayo y encontró que el 30% de los hogares eran monoparentales, es decir, jefaturados por uno solo de los padres, en este caso, la madre. Cuál era la razón? Defunciones? Pues no, la razón casi generalizada era el abandono paterno. Lo terrible, fue constatarlo luego a nivel nacional. Según el INEI el 24% de las mujeres asume sola la crianza de los hijos, lo cual tira al tacho todos los programas de “escuela para padres” y cosas parecidas, porque hoy en el país existen nuevas organizaciones familiares que resultan el nuevo soporte de los hijos, donde juegan los abuelos, tíos, convivientes y más. Al trabajar con adolescentes me da mucha gracia escuchar algunos políticos que hablan alegremente de la responsabilidad de los padres, sin pensar, que esa realidad se viene desmoronando en muchos hogares. El afán de sentirse exitosos en muchos hombres y su consiguiente “trabajolismo”, o el simple egoísmo de mantener el autoconcepto de soltero sin asumir la responsabilidad del hogar, son parte de los elementos que quiebran relaciones y nos traen a pensar que vamos perdiendo “el buen oficio de ser padres”, sin importar las consecuencias sobre los hijos. Joseph Knobel Freud, psicoanalista infantil y fundador y docente de la Escuela de Clínica Psicoanalítica con Niños y Adolescentes de Barcelona, España sostiene que el Transtorno de Deficit de Atención e Hiperactividad es una enfermedad que se extiende como virus entre los niños que provienen de hogares separados (casi el 90%). Menciona una de las terribles consecuencias a nivel global “En 1950 uno de cada 10 mil niños lo padecía, ahora lo tiene el 13 por ciento de la población. En 2011, tan sólo en Estados Unidos, el 10 por ciento de la población infantil padecía esta enfermedad, pero en 2012 se duplicó. En España hay primarias donde la mitad de su alumnado está consumiendo Ritalín, fármaco recetado por psiquiatras y neurólogos para inhibir la hiperactividad de niños diagnosticados con TDAH. En México, aunque no hay datos precisos, los diagnósticos con niños que padecen el trastorno y por ende, el consumo de la medicina, va al alza” lamenta este especialista. Pero claro, muchos padres sólo conocerán las consecuencias de sus decisiones luego del fracaso generado. Janecita, de quince años, le puso de nota diez a su padre, en una calificación que les pedí a los chicos que colocaran a sus respectivos papás. Lo puso tímidamente y con tristeza, antes de contarme que su padre mantenía dos familias y no tenía más dinero para ayudarla. Le puso diez, a quien pudo tener cero. A veces nuestros hijos tienen una nobleza que tapa mucho de nuestros errores, y por ello se merecen que juguemos nuestro mejor partido para lograr que sus corazones sean lo suficientemente fuertes para enfrentar la vida con sabiduría. Feliz día papá.

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