Grau: ganamos un héroe pero perdimos un gran Presidente



Mucho se utiliza la figura de Grau para levantar su valentía como héroe militar, pero Grau fue un hombre político e inconforme con muchas dinámicas ejercidas desde el poder y que iban contra lo que pensaba. Su relación con el mar desde pequeño, le dieron aires de libertad y de justicia que fue mostrando en muchos pasajes de su vida. Basadre narra que en 1865 “Para que no se plegara a las fuerzas de la insurrección, el gobierno de Pezet mandó como emisario ante Grau, a su propio padre; pero a pesar de todo, se puso al lado de quienes querían, en nombre del honor nacional, la guerra con España”. Gonzales Prada en sus “Pajinas Libres” lo detalla asi: “Sin embargo, su enerjía moral nos' enervaba con el sentimiento como lo probó en 1865 al adherirse a la revolución: rechazando ascensos i pingües ofertas de oro, desoyendo las sujestiones o consejos de sus más íntimos amigos, resistiendo a los ruegos e intimaciones de su mismo padre, hizo lo que le parecía mejor, cumplió con su deber”. En 1866 cuando el Presidente Prado al traer naves inglesas, contrato un contralmirante norteamericano para comandar la Armada dejando atrás las aspiraciones de brillantes marinos peruanos, no dudo en protestar y renunciar, lo que fue calificado como rebeldía y después de un juicio ser preso en San Lorenzo, hasta que fue absuelto. Seis años después, en 1872 cuando estalló la revolución de los hermanos Gutiérrez encabezó el pronunciamiento de la marina en contra de la dictadura. Sabía perfectamente lo que necesitaba el país. Y fue diputado por Paita, ingresando a la acción política cansado de tanta dejadez de los políticos del momento, para pedir que se compren buques de guerra para reforzar la escuadra. Decía que nuestras naves habían quedado atrás frente a las poderosas que se construían en el día. Basadre sobre ello apunta, “NO SE LE ESCUCHO”. Las consecuencias de nuestra imprevisión quedaron selladas en la historia y construimos un héroe pero tal vez perdimos un brillante Presidente, como alguien sugirió hubiese podido ser para las elecciones siguientes. Grau fue un hombre decidido, no dudo en avanzar a pesar de conocer las limitaciones que tenia. En una carta enviada a su esposa, fechada en Arica el 30 de setiembre de 1879, dice que el Huáscar estaba sumamente sucio. Basadre menciona una explicación de Ramón Rojas Canas en su folleto “La Guerra del Pacifico” donde sostiene que el monitor tenía una acumulación conchífera en sus fondos, por lo cual había perdido un quinto de su velocidad. Y poco bueno podemos decir del personal que lo acompañaba donde por la escasez que se vivía los marineros criaban aves domesticas para su negocio particular en la torre del monitor. Grau nos muestra grandeza en medio de miserias. Esas miserias que aun existen en la política nacional y que ahogan lo más brillante del capital humano que tenemos para dar paso a hombres y mujeres coludidos con el beneficio personal muy lejos del interés nacional. Hoy día después de tanto discurso, debemos rescatar la decisión de Grau para comprometernos con un verdadero cambio en el país. La historia nos muestra nuestros permanentes errores y necesitamos líderes que nos lleven en un sentido contrario.

Por un Perú Digno
JORGE MARQUEZ CHAHU

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